Scrum, Lean y otros métodos ágiles se están haciendo cada vez más populares. Han pasado de la industria del automóvil al del desarrollo del software y de ahí se está disparando hacia un gran número de sectores diferentes. Hasta en Hollywood se ha interesado por estos nuevos métodos.
Ya se están viendo casos como el del gigante de la moda Zara que usando Lean Manufacturing o Lean Management para producir determinados artículos sólo cuando hay demanda (just in time). Cuando comprueba que una nueva línea de prendas con topos rojos está causando sensación, pone en marcha su maquinaria para fabricar y enviar en solo unos días los nuevos productos a sus tiendas de Shangai o Nueva York.
No tiene que esperar a la próxima temporada de otoño-invierno para diseñar, producir y distribuir los productos que veremos en verano en las tiendas ¡A saber qué estará de moda en ese momento!
También está pasando en la banca. Hablaba hace unos días del caso de ING pero no se está limitando sólo a sus departamentos de informática sino también de oficinas ágiles que intentan adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes (ya hablaré de banca ágil en otro post).
Pero quizás la prueba definitiva de la popularidad de lo ágil venga de la mano de la televisión. En la comedia Silicon Valley de la HBO los actores interpretan a programadores recluidos en la casa de un millonario gracias a las páginas web. En varios capítulos pueden verse tableros kanban, gráficas burn-down o de deuda técnica.
En otro capítulo un consejero de la start-up recomienda al dueño usar Scrum pero cuando deciden implantarlo el equipo se queja amargamente y todo acaba con muy malos resultados (ya sabes, es sólo ficción).
Referencias: