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Archivos por Etiqueta: Productividad

¿Tienes 5 minutos?

¿Tienes 5 minutos libres al día? Tienes entonces una pequeña fortuna. Solemos emplear ese tiempo y aún más en entretenernos con cualquier cosa en el móvil mientras esperamos nuestro turno en el médico o en la cola del supermercado. Si nos sobra media hora antes de salir para el gimnasio, encendemos la tele y malgastamos nuestro tiempo cambiando de canal sin detenernos en ninguno. En realidad sólo estamos dejando pasar el rato hasta que llegue la hora de salir.

¿Qué tal si apagas la televisión y dedicas esos minutos libres a aprender un idioma? Instala la app memrise.com en tu móvil y comienza a aprender vocabulario en inglés o el idioma que prefieras en ese rato. ¿Sabes que 500 palabras son las necesarias para comenzar a hablar en inglés? Aprender 5 palabras nuevas cada día no te llevará más que unos minutos y podrías mejorar tu nivel de inglés en sólo unos meses.

¿Y si grabas unos podcasts de audio sobre Scrum en tu lector de mp3 o en un CD y los escuchas mientras sales a correr o mientras vas al trabajo en coche o autobús? o mejor aún, graba esos mp3 con los podcasts de algún programa en inglés, como los de This Agile Life en PlayerFM, y aprende sobre éstas u otras metodologías mientras mejoras tu inglés. Tienes otros podcasts muy útiles que te ayudarán a mejorar tu listening mientras te explican cómo funcionan las reuniones de negocios en los Estados Unidos o cómo hacer una presentación eficaz en una reunión de empresa. Échale un vistazo a Business English Pod o ESL Pod para hacerte una idea.

Carlos Andreu propone emplear media hora al día en leer un libro sobre nuestra profesión o especialidad. Si hacemos esto cada día, con estas 15 horas al mes podremos leer un libro cada dos meses lo que supone leer unos 6 libros al año. Con una buena selección de los libros que leemos, en un par de años habremos leído los libros imprescindibles en nuestro campo y estaremos al día de todos los fundamentos de nuestra especialidad. ¿Cuántos libros no nos habríamos leído ya si hubiésemos hecho esto desde que dejamos la Universidad?

¿Seguro que no tienes 30 minutos? Apaga un rato la tele.

Más vale pedir perdón que pedir permiso

Hace unas semanas Borja Prieto tenía a bien publicarme un post invitado en el blog de desencadenado.com. Algo que le agradezco mucho porque en los tres días siguientes a la publicación las visitas a mi blog se multiplicaron por diez y el número de suscriptores por email se ha duplicado desde entonces. Incluso el tiempo medio por visita es considerablemente más alto incluso ahora, tres semanas después.

En esa entrada comentaba la importancia de tomar la iniciativa y no cruzarse de brazos cuando hay alguna tarea por resolver porque ‘no es mi cometido’, ‘de eso se encarga otro’ o ‘no está en mi contrato’. Pueden leer la entrada en el blog de desencadenado: Más vale pedir perdón que pedir permiso.

Sigo el blog de Borja desde hace mucho tiempo. Si estás pensando montar una empresa o convertirte en un nuevo emprendedor les recomiendo encarecidamente seguir este blog. En él podrán encontrar artículos de interés. Muchos tanto como éstos:

También he asistido a algunos de los webinars de desencadenado.com o comprado alguna de sus píldoras formativas. El estilo directo que utiliza para explicar el asunto sin rodeos hace que merezca mucho la pena cada uno de sus vídeos.

Regla del 80/20

¿Podemos ser más productivos? ¿Cómo podemos centrarnos en las tareas que nos harán más eficientes? Hace muchos años, aproximadamente un siglo, un tal Pareto comprobó de forma casual que sólo el 20% de las vainas que tenía plantadas en el campo producían el 80% de los guisantes de su cosecha y que el 80% restante producían tan solo el 20% restante de los guisantes. Curioso por esta relación comprobó también que podía aplicar esta regla a otros campos descubriendo, por ejemplo, que en su época el 20% de la población disponía del 80% de la riqueza y que tan solo quedaba un 20% de la riqueza total para el 80% más pobre de la población.

Este principio, basado en el conocimiento empírico, es usado desde entonces para mejorar la eficiencia y la  productividad en la economía, en la distribución comercial, en el marketing, en las ingenierías y, como no, también en el desarrollo de software.

Cuando comenzamos a desarrollar nuestro producto basándonos en una lista enorme de requisitos y funcionalidades a desarrollar, sabemos que sólo el 20% de esas funcionalidades serán usadas por el 80% de los usuarios y que una cantidad enorme del resto de las funcionalidades que desarrollemos sólo será usada en un 20% de las ocasiones.

Aplicando también este principio al tiempo de desarrollo podemos deducir que si tardásemos alrededor de 10 meses en la construcción de un producto, en tan solo 2 de esos meses conseguiríamos desarrollar el 80% de las funcionalidades requeridas y que, por tanto, nos llevaría unos 8 meses resolver el 20% de las funcionalidades más complejas y difíciles. Esto nos lleva a preguntarnos ¿serán usadas esas funcionalidades? ¿son realmente imprescindibles?

Si lográsemos identificar las funcionalidades más importantes y las mantuviésemos los más simple que nos fuera posible (otro principio: KISS) ¿no lograríamos quitarnos de encima 8 meses de trabajo y entregar un producto muy efectivo en tan solo 2 meses?

Ya sabemos que el 20% por ciento de nuestro esfuerzo producirá el 80% de los resultados ¿no sería bueno sentarnos por un momento para pensar a qué le vamos a dedicar nuestro tiempo? Merecerá la pena, seguro.

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