En Scrum es mejor no diseñar todo el proyecto antes de comenzarlo. Analizarlo todo, diseñarlo todo, construir un gran documento de requisitos de proyecto muy detallado es volver a trabajar como en los clásicos proyectos en cascada. Todas las especificaciones han sido declaradas desde el inicio y no hay posibilidad de cambio.
A estos diseños se les llama big up-front design y no permiten adaptarse a los cambios que pueden verse necesarios a medida que se va construyendo porque todo está ya especificado en un gran diseño antes de comenzar a construir una sola línea de código.
Si tienes una lista de producto pequeña al inicio, que puede ir creciendo a medida que se va avanzando en el proyecto y que se va adaptando a las opiniones y necesidades del Interesado, podrás construir un mejor producto que si haces todo o buena parte del diseño por adelantado. Mientras se va construyendo el proyecto, incluso puede que ya lo estén usando. Alguno de los Interesados puede opinar que es mejor crear una exportación a MS Excel de los informes, y esto es algo en lo que nadie había pensado por lo que no se incluyó en el diseño hecho por adelantado al inicio del proyecto.
Puede también que ya no estén tan interesados en la integración con el sistema de contabilidad Contaplus. Es un desarrollo muy complejo para las ventajas que se obtendrían y corre el rumor por la empresa que el sistema de contabilidad será migrado a SAP antes o después, así que para qué desarrollarlo ¿Qué hacemos ahora con todas las horas que usamos para diseñar esa integración con Contaplus? Puede incluso que ya estén preparadas las clases y los esquemas de base de datos con los campos necesarios para esa integración y ahora ya no van a ser usados.
El proyecto se te ha vuelto una pesadilla, todas las tareas hay que volver a abrirlas cuando se está terminando el proyecto porque el cliente las rechaza en las pruebas de aceptación o porque se convierten en bugs una vez están en producción. Los Interesados están descontentos y tu equipo está más tiempo buscando y corrigiendo incidencias que desarrollando nuevas funcionalidades que den más valor al producto. Para colmo de males todos están perdiendo los nervios con la situación.
Esto es señal de que en cada Sprint se han estado entregando las cosas sin estar realmente terminadas y sin ser suficientemente probadas. Una forma de probar más y mejor es automatizando los tests con pruebas unitarias, o tests de regresión y de integración con herramientas como JUnit, o de record&play como Selenium IDE. Irás creando unos pocos tests más cada Sprint para probar las historias de usuario desarrolladas en ese Sprint y el núcleo de la aplicación pero añadirás más el siguiente Sprint mientras se siguen probando automáticamente las pruebas de todos los sprints anteriores.
Los tests automatizados difícilmente sustituirán totalmente a los testers y a las pruebas manuales. Resérvate los dos o tres últimos días del Sprint para que se pare el desarrollo de funcionalidades y todos los miembros del equipo comiencen a probar las funcionalidades ya hechas para asegurarse de que están completamente libres de errores. Cada uno puede probar sus propios tickets y al terminar pueden coger las tarjetas de otros y comenzar a probar las funcionalidades de los demás miembros del equipo.
Esto sucede cuando la Lista del Producto ha sido dividida en fases coincidiendo los sprints con una serie de entregables definidos desde el inicio del proyecto. Es decir, que si tenemos que entregar 80 funcionalidades en un proyecto de un año, se definirá desde el arranque del proyecto que debemos entregar 3 funcionalidades en los 26 sprints del año (suponiendo sprints de dos semanas) y además se definirá qué tres funcionalidades en concreto se van a entregar y éstas son inamovibles.
Esto puede convertir al proyecto en un terror de noches sin dormir porque en este Sprint hay que entregar las funcionalidades P, Q y R y en los sprints pasados no pudieron terminarse E, H, J y L. El trabajo se nos acumula. Además no estamos dando la oportunidad de redirigir el proyecto dando más peso a unas funcionalidades, quitándoselo a otras para añadir o quitar funcionalidades según lo que se demuestre más efectivo o importante.
La Lista del Producto se ha convertido en un contrato y cada Sprint en otro del que además arrastramos errores y deuda técnica dejada en el anterior. No se deja hueco para trabajar más en unas funcionalidades que llevaron más tiempo del previsto inicialmente. Todo está fijado y anclado a una estimación que se hizo al inicio del proyecto cuando no se tenía idea de qué iba a ser más fácil, qué más difícil o que podía obviarse por resultar irrelevante. Cumpliremos el ‘contrato’ de nuestra estimación diga lo que diga aunque el tiempo haya demostrado lo equivocado que estábamos cuando la hicimos.
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