Comentaba la semana pasada que la agilidad no está siendo usada solo por los proyecto software sino que también la aplican tiendas de moda como Zara o bancos como ING para su departamento de IT.

Pero ING no es el único banco que utiliza Scrum y otros métodos ágiles en su gestión. También lo hace el banco BBVA Compass, filial americana del BBVA. Su director de informática cuenta sobre los métodos ágiles:

«Los rigurosos y repetitivos procesos de desarrollo de agile nos permiten reaccionar más rápidamente ante los problemas que surgen sin que los plazos y los clientes se vean perjudicados».

«Crear un entorno agile es mucho más que poner en práctica una nueva forma de gestionar proyectos»


«Estamos cambiando nuestra mentalidad, nuestra cultura».

La señora Huesman, directora de la oficina de gestión de carteras del BBVA Compass afirma también que en apenas seis semanas de aplicar la agilidad ya habían evitado retrasos y sobrecostes al identificar los problemas mucho antes que con la metodología en cascada.
Aquí, en España, también lo usa directamente el tan denostado Bankia que empieza a hacer cosas de manera diferente con sus oficinas ágiles (esperemos que sea así siempre). Estas oficinas están especializadas en operaciones y transacciones básicas que comercializan productos sencillos dejando para sus oficinas convencionales cercanas el asesoramiento y los productos complejos.
Las llamadas oficinas ágiles de Bankia son antiguas sucursales reformadas para darles una nueva imagen y que cuentan también con un horario más amplio, hasta las seis de la tarde de forma ininterrumpida.
En Bankia fueron ágiles también en la apertura de estas oficinas. No abrieron todas las sucursales al mismo tiempo sino que en 2013 crearon la primera oficina ágil en Alcalá de Henares (Madrid) como proyecto piloto. Su éxito permitió que otras veinte oficinas más se abrieran ese mismo año. En 2014, la entidad contaba ya con 120 oficinas ágiles a la que se espera que se unan otras 20 nuevas oficinas durante este año.
Según Bankia, la productividad de estas oficinas ha tenido un incremento de «dos dígitos altos» durante el último año dejando el tiempo medio de espera en 3:31 minutos y el de atención en 4:53. Esto supone, según el director de banca particular de Bankia, que desde que los clientes entran hasta que terminaron sus gestiones, han pasado menos de diez minutos.
Parece que incluso sectores tan tradicionales como la banca se apuntan a esto de la agilidad. Está empezando a dejar de ser sólo cosa de informáticos.

Referencias: